Speak your heart out

Cuantas limitaciones existen entre nuestros pensamientos y nuestras palabras. Parece como si reprimiéramos cada uno de nuestros pensamientos para que no salieran, no se expresaran, para que no sean nada. ¿Sera por miedo?.
No sé, quizás miedo al ridículo, miedo a quedar mal y caer mal, miedo a que nos abandonen y quedarnos solos, porque lamentablemente estamos condicionados a no decir todo lo que pensamos, a limitarnos a hablar de ciertas cosas (aunque siendo sincera hay gente a la que le haría falta que le cosieran la boca para que deje de decir pelotudeces, bueno digamos que los extremos siempre son malos).
El problema esta cuando derrepente sentimos y pensamos millones de cosas, y no decimos ninguna. Esa falta de expresión que hace que acumules toneladas de pensamientos y que un día derrepente exploten porque en ningún lugar pueden entrar tantas ideas.
Hay personas muy interesantes ocultas dentro de un exterior aburrido, incapaz de poder expresarte una idea o una opinión. Y te aburrís porque todo derrepente se vuelve monótono, gris y monotemático.
Hay que dejar de tenerle miedo a las palabras y arriesgarse más. En todos los aspectos, hay que decir más, hablar más, expresarse más. Hablar desde el corazón y sin temor, porque a veces este bobo tiene una infinidad de cosas que decir y lo reprimimos pensando que es lo mejor, cuando en realidad lo mejor es dejarlo hablar. No existe un camino malo si se habla desde el corazón (ni aunque este roto).

No hay comentarios: