Perdí muchas cosas en el camino. Por mala suerte o falta de valor nunca pude recuperarlas. Perder partes de uno mismo te enseña lo que realmente vale la pena. Valorar lo imprescindible, más allá de cualquier prejuicio, te predispone a mirar la vida y las personas más allá de lo que son. Aunque nunca recuperes las perdidas y las ganancias no sean buenas, siempre se mira adelante y se espera encontrar a la vuelta de la esquina una mejor manera de enfrentar lo perdido.
Mi vida entera fue mirar para adelante, el pasado no es mi jurisdicción. Me declaro incompetente.
1 comentario:
quedate tranquila, no creo que haya nadie que se especialice en ese campo...
(me gusta la imagen, me da ganas de comer...)
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