Perdí muchas cosas en el camino. Por mala suerte o falta de valor nunca pude recuperarlas. Perder partes de uno mismo te enseña lo que realmente vale la pena. Valorar lo imprescindible, más allá de cualquier prejuicio, te predispone a mirar la vida y las personas más allá de lo que son. Aunque nunca recuperes las perdidas y las ganancias no sean buenas, siempre se mira adelante y se espera encontrar a la vuelta de la esquina una mejor manera de enfrentar lo perdido.
Muy lindo e interesante tu blog, amiga. Da gusto conocer buenos contenidos como éste tuyo. Cuando quieras refugiarte en buenas baladas de ayer, hoy y siempre en todos los idiomas y géneros te invito a visitar mi blog y también escucharme. Te espero. Beto, desde Rosario-Argentina.
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Muy lindo e interesante tu blog, amiga. Da gusto conocer buenos contenidos como éste tuyo.
Cuando quieras refugiarte en buenas baladas de ayer, hoy y siempre en todos los idiomas y géneros te invito a visitar mi blog y también escucharme.
Te espero.
Beto, desde Rosario-Argentina.
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