- Aquí estoy. Por fin he pasado. Me miraste, te miré, me enamoré. He pagado todos los costos por ti.. Todo vale en la guerra y el amor. No importan los sacrificios... Valían la pena si eran para encontrarse contigo.. para poder seguir juntos.. juntos para siempre..
- Así no, así no quiero.. A mí me gustabas cuando estabas entero.
Perdí muchas cosas en el camino. Por mala suerte o falta de valor nunca pude recuperarlas. Perder partes de uno mismo te enseña lo que realmente vale la pena. Valorar lo imprescindible, más allá de cualquier prejuicio, te predispone a mirar la vida y las personas más allá de lo que son. Aunque nunca recuperes las perdidas y las ganancias no sean buenas, siempre se mira adelante y se espera encontrar a la vuelta de la esquina una mejor manera de enfrentar lo perdido.
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