Girondo 1


No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un
cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan
con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que
sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! –y en esto soy irreductible- no
les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan
seducirme!